Hoy nos gustaría hablar sobre el sistema
hidropónico, un método de siembra que permite al agricultor trabajar el campo
en cualquier lugar. Este método, aunque conlleva algunos inconvenientes como el
coste de la construcción de invernaderos, bancos, y sistemas hidráulicos y
eléctricos, también trae consigo multitud de ventajas como que la producción sea de mejor calidad ya que las
plantas crecen en un ambiente controlado, el trabajo es más ligero y limpio y
no es necesario el manejo del suelo.
En este tipo de sistema, el sustrato es
completamente reemplazado por una solución nutritiva que contiene todos los
elementos minerales esenciales para las plantas. En esta técnica, las raíces
son alojadas en un canal donde son cubiertas alternativamente por una solución
nutritiva. Este tipo de sistema puede cultivarse en espacios reducidos y con
una mayor densidad de siembra, por lo tanto, la producción de alimentos en
relación con la tierra es mayor.
El sistema hidropónico permite sembrar alimentos
más sanos, reduciéndose los desechos que puedan quedar. Esta técnica también
permite la posibilidad de cultivar alimentos más sanos y ayuda en la reducción
de los desechos que puedan existir. Un ejemplo de este hecho lo encontramos en
el cultivo de lechuga; cuando se cultiva en tierra, la lechuga tiene muchas
hojas no válidas, mientras que a través de hidropónicos, alrededor del 99% de
las hojas son válidas. Este beneficio por supuesto, conlleva el aumento del
precio de la lechuga, y reporta mayor beneficio al agricultor.
Esto es debido a que la técnica de cultivo se
realiza en agua pura, sin contacto con el suelo con pesticidas o cualquier
riesgo de contaminación. Esto supone un avance extraordinario ya que en la
actualidad, el consumidor mira cada vez más por la sana alimentación, y demanda
productos libres de pesticidas.