La ecología sigue
su curso, y avanza poco a poco hacia el futuro sostenible del planeta. En la
actualidad, en numerosas poblaciones comienzan
a proliferar en las ciudades las plantaciones ecológicas como alternativa a la
agricultura industrial.
Algunos de los
principales motivos están en la mala alimentación detectada en grandes núcleos
de población, lejos de los mínimos saludables y derivada hacia productos ricos
en proteínas animales y colesterol, dejando de lado los aportes vegetales.
También se ha
generado cierta confusión sobre la procedencia de los alimentos que consumimos,
lo que unido a lo anteriormente expuesto, ha provocado que en muchos
lugares se pongan en marcha
los huertos ecológicos, como contribución a la divulgación de
medios de producción agraria compatibles con los ecosistemas y a la
obtención de alimentos sanos y de calidad.
Además está muy
presente idea de mantener tanto calidad como cantidad, así como los recursos
disponibles pensando en el futuro y como cimientos para lograr un
desarrollo que cuente y aúne las necesidades actuales con las necesidades del
futuro.
Bajo este enfoque
es posible contar con productos de una calidad muy alta, tanto a nivel
alimentario como sanitario basado un sistema de reciclaje sostenible, el
mantenimiento de las propiedades de los suelos y el abandono de productos
artificiales y químicos.
No podemos olvidar,
que la agricultura ecológica, es un sistema para cultivar
una explotación agrícola autónoma basada en la utilización óptima de
los recursos naturales, sin emplear productos químicos de síntesis,
u organismos genéticamente modificados (OGMs) -ni
para abono ni para combatir las plagas-, logrando de esta forma
obtener alimentos orgánicos a la vez que se conserva
la fertilidad de la tierra y se respeta el medio ambiente. Todo
ello de manera sostenible y equilibrada.
Los
principales objetivos. En primer lugar, la misión de
la agricultura orgánica es la obtención de alimentos saludables, de
mayor calidad nutritiva, sin la presencia de sustancias de síntesis
química y obtenida mediante procedimientos sostenibles. Este tipo de
agricultura es un sistema global de gestión de la producción, que incrementa y
realza la salud de los agrosistemas, incluyendo la diversidad biológica, los
ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo.
Como podemos ver, y
siguiendo el propio ejemplo de Margal Agronomía, la optimización de nuestras
plantaciones y cultivos no es solo una manera rentable y sostenible de generar
riqueza, sino que además, es una vía indispensable y moralmente responsable de
cuidar nuestra salud, nuestro dinero y nuestro medio ambiente.
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