Continuando la
entrada sobre enmiendas agrícolas, abordaremos las características de los
suelos ácidos y alcalinos.
Suelos
ácidos. Presenta un pH por debajo de 5.8. La acidez y la escasa
disponibilidad de nutrientes, es una de las mayores causas de la baja
productividad de los suelos, generando consecuencias como:
· Bajo crecimiento de las plantas
· Baja disponibilidad de nutrientes como
calcio, magnesio, potasio, azufre y fósforo
· Solubilización de elementos
tóxicos como el aluminio y el manganeso. Para el productor agrícola, este es un
problema que afecta a su eficiencia y a la calidad de los productos.
En suelos
tropicales, generalmente muy pobres y bañados por exceso de lluvia, la
pérdida de bases promueve la formación de aluminio intercambiable (Al3) que, al
entrar en contacto con la humedad del suelo genera la hidrólisis, responsable
final de la acidificación.
La nitrificación por la aplicación de
fertilizantes por encima del nivel adecuado, modifica el pH de los suelos. Si
no se resuelve, el problema puede acarrear la pérdida total de la capacidad del
suelo para nutrir los cultivos.
La medición del pH del suelo es el método para
determinar el grado de alcalinidad o acidez, que se indica en función de la
concentración de iones de hidrógeno que posea.
Suelos
alcalinos. Los suelos alcalinos presentan un pH por encima de 7,2; una
cantidad significativa del ion sodio y bajo nivel de sales solubles. El exceso
de sodio intercambiable tiene efecto adverso sobre el crecimiento de plantas y
estructura del suelo, en cuanto reduce la disponibilidad de oxígeno y capacidad
de oxigenación en la zona radicular.
Enmiendas agrícolas: la raíz de la solución
Para enmendar un suelo, se recomienda la
utilización de diferentes materiales. La elección de uno, otro o la mezcla de
varios, dependerá de la corrección necesaria indique el análisis del suelo.
Dolomita: se utiliza en suelos con
problemas de acidez y bajos niveles, aunque equilibrados.
Magnesita: posee una rica concentración de
Magnesio, elemento esencial del metabolismo vegetal. Se utiliza como agente
para equilibrar suelos con problemas de acidez y deficiencia de magnesio, pero
con niveles adecuados de calcio.
Óxido de Magnesio: es el agente más eficaz
para neutralizar la acidez de los suelos, está compuesto únicamente por
magnesio en una concentración de 65%y una pérdida al fuego no mayor del 10%.
Comparado con el carbonato de magnesio, actúa más rápidamente y presenta mayor
disponibilidad del catión magnesio.
Caliza: es la enmienda de uso más
difundido. Ayuda a mantener el complejo arcillo-húmico del suelo, disminuye el
nivel de acidez y mejoran la actividad biológica.
Sulfato de calcio o yeso agrícola:
incrementa los contenidos de Ca y S, eleva la capacidad de intercambio
catiónico y disminuye el nivel de aluminio intercambiable. No actúa como
neutralizante de la acidez; su beneficio está en su capacidad de estimular el
crecimiento radicular.
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